Owa nació hace algunos años como un proyecto familiar encabezado por dos hermanos, Pato y Ale, y su papá. Inicialmente, su padre hacía más de 20 años tenía una fábrica junto con otros socios y se dedicaba a fabricar calzado, pero para otras marcas del sector. Hace unos 10 años, Ale se sumó a la fábrica con su papá y se involucró en el negocio. Sin embargo, a principios del 2023, la situación económica del país y la caída en las ventas llevaron a que la fábrica estuviera al borde del cierre. Fue entonces cuando surgió la idea de crear su propia marca y vender directamente al cliente final, en lugar de depender de intermediarios.

Inspirados por la posibilidad de agregar valor a través del branding y la calidad, los hermanos decidieron reinventar el negocio familiar. Aprovecharon un viejo Instagram que Pato había creado años atrás y, junto con un rebranding, se embarcaron en la creación de una nueva identidad para la marca y apostaron a su experiencia familiar como fabricantes y la de Pato como diseñadora. En sus comienzos, se especializaban en chanclas, ojotas, un modelo de zapatillas y algunos accesorios; hoy en día sumaron remeras y más modelos de zapatillas dentro de su tienda.